La historia de medicina es rica en criterios y teorías versátiles, mas es abundante igualmente en verdades antiguas. De base para esas verdades hacen las observaciones de la naturaleza humana. Así, pues, el aire, la luz y el agua, como condiciones indispensables de la salud constante del cuerpo y del espíritu, siempre han sido fundamentos del bienestar físico y psicológico.
El empleo de la luz solar con los fines terapéuticos es tan antiguo, como el género humano. La luz del sol y el agua siempre eran los factores curativos más próximos para el ser humano y el animal.
Los egipcios antiguos tomaban baños de sol, hecho que se puede ver según la disposición y la construcción de sus casas. El relieve de El-Amarna representa al faraón Ekhnatón (Amenofis IV, reinaba desde el año 1375 hasta el año 1358 a.d.C.) sentado, junto con su familia, bajo los rayos del sol en una sala con columnas, en donde los rayos independientes terminaban con la palabra “vida”.
Los germanos antiguos también se dedicaban a la fototerapia, llevando a sus hijos enfermos a los tejados de las casas.
Los griegos antiguos usaban el sol como un medio curativo. Asclepios (Esculapio), el dios de la Medicina, era hijo del dios de la luz Febo.
El primer médico que hizo referencia a la fitoterapia era Hipócrates, nacido en el año 460 a.d.C. En so obra denominada “Sobre el modo de vida”, Hipócrates recomienda a los obesos que caminen el máximo de lo posible. En esa obra el menciona la luz en calidad de dietética y sedante. Los baños de sol formaban parte de la vida cotidiana de los griegos y romanos. En los tejados de sus casa ellos organizaban auténticos solarios.
La tradición de calentarse al sol después de la comida se conserva hasta nuestros días en los valles de los Alpes italianos. Así, por ejemplo, en Tessin existe la costumbre de ir, luego de comer, al sol, y allí la gente vive hasta la edad muy avanzada. El refrán de ellos dice: «Dove va il sole, non va il medico», o sea, a donde llega el sol, no va el médico.
Si nos ponemos a analizar el campo de aplicación de la fototerapia en la antigüedad, resulta que en el primer lugar salen las enfermedades cutáneas y de los órganos interiores. Así, por ejemplo, Aurelian recomienda la fototerapia en casos de caquexia, adiposidad, artritis, hidropesía, así como en caso de las enfermedades crónicas de la vesícula. Un puesto relevante ocupaban los baños de sol en la curación del sistema nervioso, de parálisis; de hipocondría, histeria y aún de epilepsia (Celsius).
En la época medieval, a la par con el decaimiento del significado de la higiene y de la medicina en general, se quedo en el olvido también el valor higiénico y terapéutico de la luz solar. A lo largo de casi un milenio y medio, o sea, desde los tiempos de Galeno (aprox. 200 años antes del Cristo) y hasta los finales del siglo 18, la luz quedó excluida del arsenal curativo.
En el año 1774, el francés Faure publicó un artículo, en donde expuso el método de tratamiento de úlceras abiertas de las piernas con la luz solar.
El gran descubrimiento de Pasteur de que los procesos conocidos de fermentación, lo mismo que las enfermedades, son provocados por los ínfimos seres vivos llamados bacterias, condujo al estudio del modo de vida de esos agentes morbíficos y a la lucha contra ellos.

 En el año 1877, Downes y Blunt constataron que la luz es capaz de matar las bacterias.
Pues, ¿qué es la luz solar? Como es sabido, el Sol es la fuente natural de la energía radiante. El espectro solar contiene los rayos visibles coloreados y los rayos infrarrojos y ultravioleta que son invisibles. El largo de las ondas de energía luminosa radiante constituye 10-300 000 nanómetros, o sea 10-9 m.. De éstos, es espectro ultravioleta constituye unos 10-390 nm; el espectro visible, unos 390-750 nm y el espectro infrarrojo, 750-300 000 nm. Al pasar por la atmósfera de la Tierra, los rayos, de conformidad con las leyes físicas, se reflejan, se refractan, se disipan y se absorben. En tanto, llegan a la Tierra, como un promedio, un 10 % de la radiación ultravioleta, un 40 % del espectro visible y un 50 % de la radiación infrarroja.
En el año 1816, el profesor de química Debereainer en Viena publicó la obra, en la cual los baños de luz han sido analizados por primera vez desde el punto de vista de científico y terapéutico. En esa obra se exponían los postulados fundamentales de fototerapia. Y a comienzos del siglo XX, la fototerapia ya se difundió a escala mundial. Comenzaron a inaugurarse todas unas clínicas en Alemania, Austria, Suiza y Rusia. En Moscú, durante más de 15 años funcionaba la clínica del doctor en medicina S.B. Vermel, los colaboradores de la cual probaron que con la luz se curaban eficientemente toda una serie de enfermedades por resfriado, infecciosas y cutáneas sin aplicar medicamentos y sin acarrear efectos secundarios. No obstante, las revoluciones, las guerras se llevaron de nuevo todas las experiencias acumuladas de fototerapia, mientras que la industria farmacéutica, con su desarrollo impetuoso, eliminó por definitivo los métodos naturales de fototerapia y profilaxis. 

Sin embargo, la carrera por los máximos ingresos que experimenta la industria farmacéutica, va a arruinar con el tiempo esa industria. Los primeros indicios de de decaimiento de su liderazgo son:
• los efectos segundarios negativos;
• la propaganda agresiva de la autoterapia;
• la falsificación de los medios medicinales a nivel estatal.

En especial, padecen de efectos secundarios negativos los antibióticos: el mejor de ellos posee 3 efectos secundarios y el peor, 170, o sea, tratamos de curar una enfermedad y adquirimos, mientras tanto, 170. La fototerapia está privada de todo eso.. Aprovechando el espectro visible de la luz solar, se puede lograr los métodos más eficientes de tratamiento y prevención de todas las enfermedades del hombre. Por ejemplo; las infecciones respiratorias virales agudas pueden ser curadas con ayuda de la luz azul, y las enfermedades como la úlcera de estómago y duodenal, la viruela, al igual que las úlceras tróficas cutáneas, con ayuda de la luz roja. La luz verde ejerce efectos favorables sobre la normalización del estado psíquico de la persona. El organismo del niño tiene una reacción especial a la luz. En la oscuridad se demora el crecimiento del niño. 

Pero los ases de triunfos de la fototerapia son, indudablemente, la prevención y la ausencia de los efectos secundarios. El aire fresco, la luz del sol y el agua no pueden se sustituidos por ningunas medicinas. No obstante, los estudios, el trabajo y los quehaceres de casa no permiten encontrarse el tiempo lo suficientemente prolongado al sol, y, además de todo, la parte principal de Rusia está tapada por las nubes. Es por eso que surgió la necesidad de crear un “Sol” artificial en cada casa. Precisamente en eso están trabajando los científicos de la compañía de ciencia-producción «AVERS». La compañía liderea en el diseño de artículos para la fototerapia no solo en Rusia, sino en todo el mundo, posee más de 40 patentes en esa rama que no tienen análogos en el mundo. La tarea principal del colectivo consiste en la prevención (profilaxis) de las enfermedades, y el tratamiento está en segundo lugar.